Abruzzo

Abruzzo no es solo mar, también es naturaleza. Muchos de sus pintorescos lagos (el de Scanno y el de Barrea entre los más famosos) tienen campings, hoteles, residencias y otras opciones de alojamiento, capaces de proponer cientos de actividades al aire libre: deportes acuáticos como rafting y canoa, pequeñas excursiones en bicicleta o a pie a lo largo de los senderos entre las colinas y montañas, adentrándose en preciosos pueblos medievales y expresiones de vida auténticamente rurales. Hay también varias reservas naturales. La Reserva delle Sorgenti del fiume Pescara en la pequeña ciudad Popoli es na de las más apreciadas por los habitantes locales, particularmente en los cálidos días de verano. Tampoco faltan parques naturales: el Parco Nazionale della Majella, montaña que hace tiempo forjó la identidad de la región y cuyo parque es uno de los contenedores de biodiversidad más importantes de Italia y de Europa.

El Parque Nacional de Abruzzo es también uno de los más apreciados y es uno de los más antiguos y importantes de Italia. Sus visitantes se sientes atraídos por el ambiente natural y de insólita belleza. Los montes del Parque tienen un aspecto salvaje y se caracterizan por campos kársticos y altiplanos al lado de los lagos Scanno y Barrea. En este escenario se introduce la vegetación y la fauna, rica y variada. Entre los mamíferos que han hecho famoso el Parque, están presentes los osos, que es el símbolo, el lobo apenínico, la gamuza de Abruzzo, el jabalí, el ciervo, el corzo, el lince, el zorro, el tejón, la comadreja y la ardilla del sur. También hay águilas.

Hay muchos itinerarios para hacer excursiones,  con posibilidad de trekking o ir a pie, a caballo o en mountain bike. Entre los senderos más célebres encontramos Camosciara. El lago de Barrea junto a otros más pequeños es un lugar ideal para el “birdwatching” y los amplios caminos son perfectos para el cicloturismo. 

Ciudades costeras y Trabocchi

Pescara es la ciudad más famosa por sus playas y resorts. Es el centro del turismo moderno junto con instalaciones hoteleras de última generación, granjas, puertos deportivos y un aeropuerto que crea un centro para toda la región. Pineto ofrece playas suaves y arenosas sombreadas por pinos que le dan su nombre. Más al sur se encuentra la ciudad de Vasto, un antiguo pueblo de pescadores que ofrece vistas que capturan perfectamente el mar coronado por su característico centro medieval, mientras que la provincia de Chieti a lo largo de la costa es más rocosa con algunas zonas arenosas intercaladas. Un tramo típico de costa, llamado Costa dei Trabocchi, de unos 70 km de largo, se extiende desde Ortona a San Salvo en la provincia de Chieti, que contiene uno de los muchos tesoros de los Abruzos: I Trabocchi. Estas son estructuras muy especiales y máquinas de pesca reales sobre pilotes que pueden ofrecer vistas increíbles. Hoy en día, muchas de estas estructuras extrañas no han conservado su uso original. En cambio, han sido reutilizados como restaurantes donde se puede disfrutar de algunos platos de marisco locales, preparados a la manera tradicional de los Abruzos.

Montepulciano Vinos, Pasta y Carnes Caseras

También hay comida y vino para descubrir y disfrutar. Esta es la tierra de los vinos: celebrar su Montepulciano, un excelente vino tinto para acompañar la variada gastronomía Abruzzo hecha de platos de carne fina (los platos asados están entre los más sabrosos y apreciados), como la famosa pasta casera de mujeres modernas que han aprendido las antiguas recetas de sus mayores. Granjas y casas de campo son la expresión de esta cultura culinaria, listo para dar la bienvenida y mostrar a cada visitante las maravillas de los sabores más auténticos y genuinos, también ofrece actividades de degustación de productos locales y clases de cocina.
En resumen, Abruzzo no ofrece unas vacaciones sencillas, sino algo nuevo, una experiencia de 360 grados que involucra todos los sentidos y placeres en una tierra para vivir, explorar y amar.